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Nos gustó todo. Sin excepción. Sobre todo el trato tan familiar de sus dueños Carlos y Elisa. Las instalaciones muy bonitas y la cama muy cómoda y valoramos el silencio del lugar pues no sé oía nada ni de la calle ni de los demás huéspedes y el entorno bonito

El desayuno todo detalles de 10. El personal muy amable y atentos. Gente de la zona que cualquier información te orientan muy bien.

Las camas son muy cómodas y está decorado con mucho gusto, tiene una pequeña cocina que permite llevar algo de comida y una pequeña sala de estar con una mesa y dos sillas. Es muy tranquilo. El anfitrión es muy agradable. Hemos pasado unos días estupendos.

La limpieza, la decoración y el espacio (Despejado y todas las necesidades cubiertas)

Magnifica ubicacion. Estancias my acogedoras y trato excepcional.

Somos una pareja de fotógrafos, nos gusta visitar pueblos de diferente índole en España y fuera de ésta. Orbaneja del Castillo, al norte de la provincia de Burgos es un precioso pueblo lleno de historia y encanto, lo atraviesa un arroyo y una cascada que culmina en pleno río Ebro y se encuentra rodeado de riscos enormes. El pueblo es muy antiguo, como una judería, las casas altas y estrechas como es la Milana. El alojamiento es una casa tradicional restaurada con mucho encanto, es muy acogedora y cuenta con todo tipo de facilidades y detalles, tiene lavavajillas, WIFI, Smart TV y también muchas iniciativas ecológicas, como papeleras para reciclar, insumos reciclados: papel higiénico, servilletas...y la estufa de pellets también de gran sostenibilidad ambiental, sentimos que hemos estado practicando lo que se llama turismo sostenible y nos llena de satisfacción! En definitiva, el enclave espectacular de mano con una casa realmente típica, que hacen sentirte integrado en el entorno, y cabe destacar, un silencio por las noches muy reparador! La anfitriona aunque no está en persona lo está a través del wasap disponible y pendiente en todo momento! En nuestro caso, después de descargar, nos resultó más práctico dejar el coche en los parkings de abajo, pues parece que a veces el pequeño pueblo se colapsa de coches y pueden dejarte cerrado.

El recibimiento estupendo, muy atentos y comunicación constante

Hotel muy limpio y de habitación confortable. Las camas extraordinarias. El desayuno francamente bueno.

El paraje de la ubicación.