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El desayuno muy completo y bueno. La habitación cumple con creces lo que esperas de un hotel como este. Aparcas en la puerta y es muy agradable el ambiente. Lo mejor el personal, la chica de recepción y los del desayuno muy amables y simpáticos.

La atencion que nos brindaron y la calidez y hermosos de la vista y del lugar

El apartamento estaba muy bien, pero necesitas coche por que esta un poco alejado de la estación del tren

El personal, alojamiento muy bonito y la atención. Desayuno y comida.

El alojamiento está situado en medio del campo, en un entorno bonito y tranquilo. Para 2 personas tiene todo lo necesario. Los anfitriones son majísimos, totalmente dispuestos a ayudarte en lo que necesites.

El hotel es perfecto para aquellos viajeros que lleguen a Bolonia en coche, que quieren, además, conocer otras ciudades cercanas o el famoso 'Motor Valley'. La centro de la ciudad es un laberinto de zonas restringidas al vehículo no residente, y muchas zonas peatonales, que se amplían además los fines de semana. Por ello, el acceso más rápido y cómodo es mediante bus, cuyas paradas de ida o vuelta (Línea 14) están literalmente en la puerta del hotel, y te dejan en el centro en pocos minutos. Alrededor del hotel hay aparcamientos gratuitos muy amplios y disponibles (hotel 10€/noche). Esta es sin duda su mejor virtud, ya que su ubicación (frente a la autovía Tangenziale) te permite salir a otros destinos cercanos muy rápido y sin líos, cuando aprovechas el día para ver otras ciudades, como digo. En la proximidad no hay nada, ni lugares donde pasear atractivos, ni lugares donde cenar (excepto un McDonalds enfrente), ni supermercados. Respecto a la calidad de servicios, mantiene la calidad habitual media del estilo 'urbano continental', en cuanto a diseño, mobiliarios, amenidades, etc. No destaca por nada, pero es una tranquilidad de calidad reconocida. El desayuno muy correcto y amplia oferta dentro de los standares de calidad ya comentados europeos: los mismos cruasanes, fiambres, zumos, dulces, etc que puedes encontrar en cualquier hotel europeo de la misma categoría. Sin sorpresas. Bueno sí, en la encimera de la habitación hay unos listones de aluminio plegados en zig-zag que al final resultan ser una lámpara de mesa, eso sí, sin interruptor. Buscas un cable por debajo.. y un enchufe... y una clavija escondida... y... ya está, consigues luz confortable de lectura en la habitación.

Todo estába bien

Nos tocó la parte renovada del hotel, los cuartos están muy bonitos. La atención del personal fue muy buena