Posada de Bielva está a 10 km de Cueva El Soplao y ofrece alojamiento con restaurante, jardín, terraza y bar. Hay barbacoa en el propio alojamiento, y se puede practicar senderismo cerca.
Casa Coba se encuentra a solo 12 km de Cueva El Soplao y ofrece alojamiento en El Collado con jardín y terraza, además de recepción 24 horas.
JONATAN
España
La casita es preciosa, muy bien equipada. Amueblada y decorada con esmero y cuidando los detalles. Nos hemos sentido como en casa. (La chimenea de pellet aporta un extra de calidez estupendo 😜)
Nuestra Señora del Carmen, cuenta con wifi gratis, está en San Sebastián de Garabandal, a 39 km de Desfiladero de la Hermida y a 46 km de Iglesia de Santa María de Lebeña.
Mario J. Carreño Nilo
Chile
Se encuentra justo al lado de la iglesia.
Limpio y tranquilo.
La dueña le da el ambiente familiar y acogedor.
Sin duda volvería en un futuro.
Ubicada en las montañas, en una casa tradicional del siglo XVIII reformada, la Posada de Fidel ofrece bonitas habitaciones con suelos de madera y vigas expuestas.
CLARA MARIA
España
Preciosa casona del siglo XIX, restaurada por su dueño, el cual gestiona el establecimiento.
Lugar tranquilo y agradable, recomendamos
Apartamentos La Posada de Abanillas está en Abanillas, a 17 km de Cueva El Soplao y a 19 km de Palacio de Sobrellano, y ofrece alojamiento con wifi gratis, jardín con terraza y vistas al mar.
El Hotel Mirador de La Franca es un hotel apartado de ambiente encantador que goza de vistas a la preciosa bahía y la playa de La Franca, una de las playas de arena más grandes de la costa asturiana.
El Marina de Campios Hotel está situado en el centro de Comillas, a sólo 500 metros de la playa de Comillas. Se trata de una casa cántabra del siglo XIX restaurada con un sofisticado bar y terraza.
Noemí
España
La comodidad, el trato profesional y excelente del personal, la decoración.
El Hotel Cantón está situado en el centro de San Vicente de la Barquera, a 50 metros del mar y cerca de la zona de tiendas. Cuenta con conexión inalámbrica a internet gratuita.
El hotel tiene una bonita decoración rural y la cama era cómoda. Aunque esté al lado de la carretera y no hay muy buena insonorización, es una carretera poco transitada y dormimos muy bien.
Cenamos allí mismo, personal amable, estaba muy rico y a un precio adecuado. La cafetería está muy bien y el jardín es bonito.
Recomiendo dar un paseo por el Nansa y visitar la Ferrería de Cades (informarse de la demostración real que es a algunas horas y para mínimo 4 personas adultas).
La casona es bonita y la habitación es grande y está bien decorada. La suite es en la azotea y no tiene balcón y para la gente que es alta, puede haber alguna zona con problemas. Cenanos allí y la cena estuvo muy bien, aunque no es barato; pero para ir a algún lado hay que coger el coche y no teníamos ganas. A pesar de esto, la ubicación del hotel es muy buena, pue esta cerca de muchos puntos de interés. El personal es amable.
La Casona del Nansa es una edificación muy bonita, toda de piedra y con un mobiliario acorde al tipo de construcción, está decorada con gusto. Su terraza exterior, amplia, con mesas al lado del hotel, una pasarela que une éstas con otras situadas en una zona de cesped en la parte trasera para que, desde allí, unas escaleras te dejen bajar hasta el río, nos gustó mucho.
Un sitio encantador para estar unos días, el hotel, la comida, la ubicación, el personal muy atento y cercano. Tuvimos un problema con el hotel anterior y nos lo facilitaron todo para poder hospedarnos unos días antes. Nos hemos sentido como en casa, sin lugar a dudas lo recomendamos y cuando volvamos al norte iremos allí.
La verdad que en las imágenes, parece otro cosa. Es un lugar de paso de peregrinos, que no están más de 3 días en la Pension. El desayuno escueto y el comedor caro. La parte de la cafetería no está mal.
Como peregrinos del camino lebaniego nos ha ido muy bien la ubicación de este hotel. Su decoración y estilo están muy bien ambientados siguiendo el estilo del lugar. Cenamos en el hotel y muy bien.
La habitación tenia mucha luz, la bañera era amplia y la cama muy cómoda.
El entorno, el valle del Nansa es precioso (aunque seguro que hay otro hotel para disfrutar de este mismo)
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