Hoteles cerca de Bazouges-sous-Hédé

todo bien, buena atención y nos esperó hasta última hora

Es una casa acogedora con un dueño tremendamente atento y preocupado por tu bienestar , muy recomendable

Todo, Dilac y Jac, el desayuno, Uruguay y cat. Sensacional.

La casa es nueva. La habitación formidable. Luciné nos recibió de forma muy amable. Insistió en ayudarnos con el equipaje. La casa está a unos 700 mts del centro de Comburg, que es una localidad preciosa con lago y castillo y un pequeño casco antiguo con casas bonitas y una gran iglesia. Luciné nos aconsejó algún restaurante y fue todo un acierto. Nos brindó unos desayunos, muy completos, con dulce y salado, con confituras hechas por ella, buenisimas y a buen precio. Los espacios comunes son estupendos. La vivienda está a pie de carretera, pero en una finca con lo cual no hay ruido y se duerme formidablemente. Elegimos el alojamiento porque deseabamos visitar Mont Sant Michel. Fougeres y Saint Maló y nos quedaba centrico. Al final, por consejo de nuestra anfitriona también visitamos Cancale, que tambien nos gustó mucho y comimos las mejores ostras de Francia que nos recordaron a las de Vigo, pero a un precio insuperable.. (8 € la docena). Lo aconsejo totalmente.

Alojamiento magnífico, desayuno espectacular y brillante acogida.

Me gusto todo, el alojamiento superó con creces las expectativas. La habitación era muy amplia y cómoda para pasar 3 días. La zona exterior disponía de mesas y butacas con sombrillas estupendas para pasar un rato. Lo que más nos agrado es que existía una cocina equipada a disposición de los huéspedes que nos permitió cenar allí todos los días. Los anfitriones muy amables y con el deseo de agradar a sus huéspedes. Sobre el desayuno solo puedo decir que estaba estupendo y variado, siempre intentando dar respuesta a los gustos de los clientes. En resumidas cuentas un lugar muy recomendable para visitar la zona. El mejor alojamiento en el que hemos estado en nuestro viaje por Bretaña. Felicitaciones a los dueños.

Apartamento muy bien ubicado para conocer la zona y establecerlo como base desde la que partir cada día. Nosotros lo usábamos para dormir, así que no le pudimos sacar todo el provecho (hubiésemos querido usar la lavadora, pero de primeras no encontramos jabón ni dónde poder colgar la ropa después, pero tampoco preguntamos porque al final no tuvimos tiempo y apenas estuvimos en el apartamento al pasarnos todo el día fuera). Tenía una zona de jardín en la que poder estar muy chula (aunque ya llegamos en una época del año en la que hacía frío para estar por la noche fuera tomando una cerveza), pero en la casa se estaba genial, no se notaba para nada el frío. Con todo lo necesario para cocinar y prepararse los desayunos en el apartamento, aunque Adrien te puede preparar con gusto pizzas hechas en horno de leña caseras acompañadas de sidra de la zona y otros manjares varios (por 40€) y desayunos caseros que la verdad son muy tentadores, pero nosotros pasábamos el día entero fuera y no pudimos disfrutar de ellos. Al llegar nos atendió Adrien para explicarnos todo y hacer que nos sintiéramos como en casa, con información completa de sitios que visitar en los alrededores. Nos entendimos muy bien gracias a la traducción de booking a través de los mensajes de la aplicación y en inglés como pudimos, al no controlar nosotros el francés, en persona. Para subir a la habitación hay que subir por una escalera de caracol un poco estrecha (lo que dificulta subir con maletas pesadas), pero el esfuerzo merece la pena, ya que el habitáculo de arriba es muy amplio y la cama muy cómoda. Dormimos muy a gusto. Le tiene puesto unas luces LED de colores para cambiar la ambientación del habitáculo (para gustos). Se puede dejar el coche aparcado a la puerta de la entrada del apartamento sin problema. Y para gente con coches eléctricos se pueden recargar pagando un suplemento. El baño bien todo. Amplio, limpio y moderno