El edificio es impresionante, el jardín y los prados circundantes también. Baño muy bien, toallas gruesas y gozosas, muy limpio y muy amable el personal

Joaquín España

Todo muy bien. Un lugar muy tranquilo y acogedor. Todo empieza con una buena acogida y nos acompaña a una amplia habitación con una cómoda cama, televisión, ventilador y con un precios techo de vigas de madera. Está en un lateral del palacete, junto a la torre, con grandes muros de piedra y un ventanal al jardín. Por la mañana, nos recibe la familia con una gran sonrisa y nos acompañan al jardín donde tienen preparada la mesa para el desayuno. Café/Te al gusto acompañado zumo natural, fruta, queso, pan reciente con mantequilla y mermelada casera, y croissants. Todo muy bueno.

Christian España

Desayuno fantástico, atención perfecta, sitio encantador, precio justo. Todo muy bien.

José España

Restaurado con sumo gusto, el desayuno en el jardín precioso.

Iris España

El edificio en sí, el entorno y el desayuno al aire libre, desayuno muy rico, variado y abundante

Maria España

Todo ha sido estupendo, el trato personal de Line y Dominique ha sido increíble, me abrieron las puertas de su alojamiento antes del check-in oficial, en un día complicado de lluvia. Viaja solo en bicicleta y me facilitaron todo.

Donoso España

Los anfitriones son encantadores. El castillo es muy bonito. Habitaciones muy bien decoradas. Se puede comer o cenar en el jardín. Muy agradable.

Marta Bélgica

un sitio sorprendente. un castillo con jardines y tranquilidad fabulosas!! Recomiendan no comer dentro de las habitaciones, y los dueños te ofrecen las mesitas que tienen en el jardín, a nosotros nos vino muy bien porque llevábamos comida y no íbamos a salir a buscar ningún restaurante ya que no se encuentra muy cercano de poblaciones grandes. Es un lugar al que se le puede sacar muchísimo partido. como llovía no pudimos desayunar en el jardín pero lo hicimos en la sala del piano, estábamos solos así que más tranquilidad no se puede pedir. desayuno muy rico con yogures de saint Maló riquísimos!!! lastima de la barrera del idioma, para poder haber charlado más con los dueños y que nos contaran historias sobre el lugar. El pago es en efectivo. para nosotros no fue problema. sin duda un sitio donde relajarte completamente.

Raquelinna España

El sitio es precioso, en un pueblecito encantador junto al río Charente. El Château maravilloso, un edificio histórico amueblado con muebles únicos de otras épocas, el sueño de un aficionado al brocante, en un jardín bellísimo, con algunas esculturas del propietario, que tiene allí su taller. El desayuno grandioso, con productos frescos de proximidad, higos y grosellas del propio jardín y riquísimos quesos artesanos. Los propietarios muy agradables y discretos, aportando valiosos consejos e información. Muy bien situado para conocer tanto la zona atlántica, La Rochelle, Rochefort, Île de Ré, como la más interior, Saintes, Cognac, Angouleme, así como pueblos y paisajes preciosos.

Jose España

Fantastico lugar, domir entre paredes de siglos de antigüedad, rodeado de campo y con la suerte de una noche en la que las estrellas brillaban con intensidad. Idílico desayuno en el césped rodeados de frutales y plantación a los pies del Chateau. Lo recomendaría a todo viajero, nos quedó pena no poder quedarnos más noches...

María España